Destaca la «Salpasa», la visita del cura a cada una de las casas del municipio, para bendecir una jarra de agua y un puñado de sal, además de recoger dos o tres huevos que después serán aprovechados por los panaderos del pueblo para elaborar las monas de Pascua. También merece una mención especial la subida a la ermita por el camino del Vía Crucis, en zig-zag, que se celebra el Viernes Santo, para finalizar con un almuerzo en el área recreativa de la ermita.